La mayor red social del mundo es ya un adolescente universal que pone en contacto a más de 2.300 millones de personas pero también discutido por la venta de datos y su papel en la erosión de la democracia.
La compañía que fundaron Mark Zuckerberg y otros tres compañeros de la Universidad de Harvard (Massachusetts, EE.UU.) cumple hoy 15 años. En este tiempo ha crecido hasta tal punto que alrededor de un tercio de la humanidad tiene actualmente una cuenta de Facebook, lo que le da una posición de dominio casi absoluto en el mercado, si bien su base de usuarios ha envejecido (al menos en EE UU): Según Pew Research Center, el 51% de los adolescentes estadounidenses de 13 a 17 años están en Facebook, en comparación con el 72% en Instagram y 60% en Snapchat.
La plataforma ha dado a millones de personas la posibilidad de compartir sus ideas y puntos de vista con una audiencia potencial gigantesca, lo que ha "democratizado" el mundo de la comunicación pública y ha supuesto un avance innegable en cuanto a libertad de expresión.
"Nuestras políticas se basan en los siguientes principios: seguridad, voz e igualdad", explicó en una entrevista con Efe una portavoz de Facebook que pidió no ser identificada para respetar las directrices de la compañía en cuanto a las declaraciones públicas de sus empleados. "Nuestro objetivo es ofrecer puntos de vista diversos. Por defecto, permitimos todos los contenidos, incluso cuando los encontramos desagradables, a no ser que eliminar ese contenido particular pueda prevenir un daño concreto".
Este es el aspecto bonito del retrato, el que la empresa se esfuerza por poner sobre la mesa. Pero el ingente poder de Facebook cuenta con su lado oscuro. De hecho, en 2018 la compañía vivió un annus horribilis. que comenzó un año antes. Porque desde 2017 la red se ha enfrentado al caso de filtración de datos y ha ido admitiendo en comunicados dubitativos la actividad rusa en su red. En marzo de 2018 la empresa fue acusada de servir de plataforma generadora de odio en Myanmar, además de casos similares en Sri Lanka o Nigeria.
Mayra Martínez, doctora en Ciencias de la Comunicación y Sociología y profesora de Tecnología y Medios de Comunicación en el Aula en la Universidad Camilo José Cela, nos contaba hace poco que el uso de las redes sociales, sobre todo Facebook ha hecho que los niveles de participación política sean más bajos de los esperados, especialmente cuando se trata de deliberar y debatir racionalmente.
“Además, hemos presenciado con cierto desánimo cómo en las redes sociales han proliferado discursos xenófobos y de odio, mucho más que en los medios tradicionales. A ello se suma el hecho de que también Estados y corporaciones usan las redes digitales para sus propios fines propagandísticos, muchas veces con mensajes extremistas y sensacionalistas, si no abiertamente falsos”.
Además, está el escándalo sobre la venta de datos. En marzo de 2018 Facebook sufrió un duro golpe cuando se hizo público que la consultora Cambridge Analytica había podido acceder a los datos de unos 87 millones de usuarios que no habían autorizado su uso y que utilizarían después para poner en marcha campañas segmentadas e influir en el voto de los estadounidenses.
Tanto es así, que hace escasamente un mes el propio Mark Zuckerberg explicó en una columna en el diario Wall Street Journal que "vender la información de la gente a los anunciantes seria contrario a nuestros intereses de negocio, porque reduciría el único valor de nuestros servicio para los anunciantes".
Facebook cerró el ejercicio fiscal de 2018 con 2.320 millones de usuarios activos mensuales, una cifra que supone un crecimiento de un 9% en usuarios con respecto al año anterior. La suma de todas las aplicaciones de Facebook, entre las que también se incluyen Instagram, WhatsApp y Messenger, tiene una media de 2.700 millones de usuarios cada mes. 2.000 millones de personas utilizan alguna de estas 'apps' de manera diaria.
La empresa ganó 22.112 millones de dólares (19.259 millones de euros) al cierre del ejercicio 2018, cifra que representa un incremento del 38,8% respecto de las ganancias de la compañía de Mark Zuckerberg el año anterior. La facturación de la red social en 2018 alcanzó los 55.838 millones de dólares (47.916 millones de euros), un 37,3% más.
El 4 de febrero de 2004 se pondría en funcionamiento The Facebook, diseñada como un directorio para dar a conocer y conectar estudiantes y personal universitario entre sí y a la que 1.200 alumnos de Harvard se conectaron en las siguientes 24 horas. Se basaba en una experiencia piloto anterior del propio Mark Zuckerberg, un por entonces absoluto desconocido estudiante de informática y psicología de apenas 19 años.
El servicio rápidamente se amplió a otras universidades del área de Boston (Massachusetts, EE.UU.) y del resto del país, tras lo que cambió su nombre definitivamente por el actual Facebook y prosiguió con su expansión, primero entre los institutos de secundaria estadounidenses y luego entre universidades internacionales.
En septiembre de 2006, tras más de dos años en funcionamiento, la plataforma dio un salto que marcaría para siempre su futuro al dejar de ser una herramienta restringida al ámbito educacional y pasar a estar disponible para el público general, de manera que cualquier internauta podía crearse un perfil. Este movimiento hizo que la compañía pasase a ser a partir de ese momento verdaderamente atractiva para las empresas de publicidad, y Facebook puso así los cimientos de un negocio que terminaría con unas ganancias de miles de millones de dólares en los próximos años.
Tras cuatro años, en mayo de 2012, Facebook salió a la bolsa de Nueva York, en la que supuso la mayor oferta inicial de venta (IPO) jamás registrada hasta la fecha por una compañía de internet, consiguiendo 16.000 millones de dólares, que dieron a la empresa una cotización bursátil de 102.000 millones.
Fuente: El País